En el entorno de Barcelona hay varias obras del Corredor Mediterráneo que merecen ser destacadas porque son claves para desatascar el cuello de botella existente para el tráfico de mercancías: los túneles de Martorell y de Castellbisbal, y la terminal intermodal de La Llagosta.
Los pasajeros que viajen desde el sur siguiendo el Corredor Mediterráneo (Andalucía, Murcia y Comunitat Valenciana) utilizarán la línea actual que ya conecta en Camp de Tarragona con la línea de alta velocidad Francia-Barcelona-Zaragoza-Madrid.
Pero la conexión desde o hacia el sur del Corredor para las mercancías se efectuará desde Tarragona con un tercer carril siguiendo la línea Tarragona-Vilafranca y, al llegar a Martorell, se desvían por la línea que por el norte de Barcelona conecta Castellbisbal con Mollet, para allí volver a enlazar con la línea de alta velocidad Barcelona-Francia.
Los túneles de Martorell y Castellbisbal
Los túneles de Martorell y de Castellbisbal no reunían condiciones para aceptar el paso de los trenes de mercancías por limitaciones de gálibo.
Por esta razón, son necesarias las obras de acondicionamiento, complicadas por la gran cantidad de circulaciones que acogen en la actualidad, puesto que por ellos pasa un gran número de trenes de cercanías y de media distancia.
El túnel de Martorell ya está adaptado y en funcionamiento, pero no los de Castellbisbal, donde se ha empezado por rehabilitar un antiguo túnel de una sola vía, para generar mayor capacidad de acoger tráfico que permita actualmente acometer la obra del túnel principal.
Las obras de este antiguo túnel de Costablanca están terminadas, pero no está aún en servicio, pendiente de la autorización de la Agencia de Seguridad Ferroviaria, que no debería tardar.
En estas fechas (finales de abril de 2022) se han empezado los trabajos de adaptación del segundo de los túneles, por el que pasan dos vías.
Durante los próximos meses ADIF prevé que sea necesario interrumpir parcialmente la circulación de trenes, por lo que se van a reorganizar los servicios y algún tramo será cubierto por servicio de autocares. Se espera que los trabajos terminen a principios de 2023.
En el futuro, la apertura del túnel de Costablanca también contribuirá a incrementar la capacidad del trayecto y aumentar la flexibilidad y la capacidad operativa de la explotación ferroviaria en este tramo que dispondrá de tres vías generales.
La terminal intermodal de La Llagosta
La terminal multimodal de La Llagosta tiene una importancia significativa, por varias razones:
· Las terminales situadas en la zona del Port de Barcelona (especialmente el Morrot) están saturadas y no permiten aumentar el número de trenes actual, que es muy limitado.
· Los accesos al Port de Barcelona tampoco permiten un tráfico fluido. Los accesos definitivos, que llevan ya más de doce años de retraso, aún no tienen fecha de entrada en servicio.
· Esta terminal está llamada a ser la gran terminal que atraiga el tráfico continental de la zona industrial de Barcelona y alrededores, y debería además poder acumular tráficos con origen o destino hacia el Sur del Corredor Mediterráneo.
ADIF anunció el año pasado que la terminal de la Llagosta entraría en servicio en 2023. Posteriormente ya se ha retrasó la fecha a 2024.
Pero en noviembre de 2021 se publicó la licitación de las obras, que a fecha de hoy están pendientes de adjudicación y tienen un plazo de ejecución previsto de 26 meses.
Por lo tanto, difícilmente podrá estar en servicio en 2024.